Mi novio y yo empujamos el placer hasta el extremo. Invito a un amigo para un poco de acción de fisting, y mi novio se une ansiosamente. Es un viaje salvaje de dolor y placer, dejándonos a ambos sin aliento.
Mi novio y yo siempre hemos sido aventureros en el dormitorio, empujando constantemente los límites de nuestros deseos sexuales.Hemos explorado todo, desde el BDSM hasta el juego de roles, pero siempre hemos tenido una sensación erronea que me faltaba algo más intenso, más extremo.Eso cuando decidimos probar el fisting.Comenzó conmigo, una femdom curiosa, guiando la mano de mis novios hacia mi culo apretado.La sensación era diferente a cualquier cosa que hubiera experimentado.Era una mezcla de dolor y placer, una descarga de adrenalina que enviaba olas de éxtasis a través de mi cuerpo.Pero eso no fue suficiente para mi novio insaciable.Traje a nuestro amigo cercano, que estaba igualmente ansioso por explorar las profundidades del fistting.La vista de mis novias desapareciendo en mi culo, solo para emerger momentos de relación a largo plazo, fue un espectáculo para contemplar.Fue una aventura salvaje y kinky que nos dejó a ambos pidiendo más.Y a medida que continuamos explorando las profundidades de nuestros deseo, sabemos que el fisiting siempre será parte de nuestro repertorio sexual.