Enculado, este pobre cornudo es obligado a ver en castidad cómo su esposa complace a su pareja bien dotada. Su frustración aumenta mientras está enjaulado, sus deseos sin cumplir.
En este cuento tentador, me encuentro encerrado en mi casa, obligado a ver cómo mi pareja complace a un hombre bien dotado.La vista de ella siendo complacida por otro hombre manda ondas de placer corriéndose por mi cuerpo, pero soy incapaz de tocarla yo mismo debido a mi jaula de castidad.La visión de su redondo y gordo culo rebotando hacia arriba y hacia abajo mientras cabalga su enorme polla es un espectáculo para contemplar.Solo puedo imaginar lo bueno que debe sentir por ella, y me queda fantasear con el placer que está recibiendo de él.La visión del compañero, con su piel tatuada y su encanto nerd, es suficiente para dejarme débil de rodillas.Su gran tamaño y su disposición a ser complacidas por él es un testimonio del poder del BDSM y la emoción del voyerismo.Mientras la observo, no puedo evitar preguntarme cómo sería poder tocarla, sentir su calor contra mi piel.Pero por ahora, me quedo para fantasear y esperar que algún día, podré experimentar el placer de que está recibiendo por él.