Castigé a mi madrastra con sus ajustados pantalones verdes, instantáneamente cautivada por sus amplias curvas. No pude resistir las ganas de ravisarla, culminando en un poderoso clímax en su voluptuoso trasero.
Iba a la cocina a coger unos tentempiés cuando vi a mi madrastra en el salón, sentada en el sofá con sus sexys pantalones verdes.Era una vista para contemplar, su amplio derriere perfectamente exhibido en esos ajustados pantalones.No pude resistir las ganas de tocarla, de sentir la tela suave contra mi piel.En cuanto tumbé mi mano sobre ella, pude sentir la electricidad recorriendo mis venas.Sabía que tenía que llevarla más allá, de saborear sus deliciosas curvas y de explorar cada centímetro de ella.Y cuando finalmente llegué al clímax, solté mi deseo acumulado por todo su redondo e invitante culo.Fue un momento de puro éxtasis, un recuerdo que apreciaría para siempre.