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Le presté una mano a mi hermanastra rozando su encanto antes de su rumbo a clase.Ella es una impresionante nena de ébano con curvas voluptuosas y un encanto irresistible.Mientras rozaba sus sedosos mechones, mi mirada se demoró en su delicioso derrame, anhelando un gusto.No pude resistir las ganas y comencé a saborear su suculenta carne.No se opuso, sino que parecía disfrutar la sensación.Pronto, correspondió acariciando mi pulsante eje, sus delicados dedos lo trabajaban hábilmente hasta la plena dureza.La vista de su boca engulliendo mi miembro fue una experiencia intoxicante, llevándome al borde.No pudiendo contenerme más y solté mi carga en su invitante boca, dejándola satisfecha y ansiosa por más.Esto fue solo el comienzo de nuestros escalones eróticos, ya que es una zorra cachonda que ansía cada momento entre mis muslos.