En un encuentro caliente, Miriam Prado y yo nos detuvimos al borde de la carretera, bajando el cierre de nuestros jeans para un rapidito.En medio de un flashing y un exhibicionismo, ella me llevó ansiosamente, disfrutando cada centímetro de mi monstruosa polla.Llegamos al clímax, culminando en una satisfactoria ducha de semen en sus amplias y naturales tetas.